Cervecería - La Viña - El Viso del Alcor, Sevilla

Nani S.

Pese a ser autoservicio y esperar casi una hora bajo la lluvia, ha merecido la pena
Al pasarnos a la mesa no nos avisaron que era autoservicio y nos parecía muy raro que no viniera nadie a la mesa.
Cuando nos dimos cuenta,fuimos a la barra a pedir y tampoco nos dijeron como nos avisarían cuando estuviera la comida lista. Por lo que cuando empezó a pitar la lampara del techo no sabíamos que es lo que era.
Salvo por esas cosas :
La comida estaba muy buena y mucha cantidad.
El pan estaba tremendo.
Los gambones al ajillo están espectaculares.

Richard R.

Ayer por fin pudimos ir a este restaurante distinto a todo lo demás que conocía. Principalmente por el hecho de tener que pagar antes de comer, una cosa que solo se solía hacer en sitios de comida rápida, pedir, pagar y esperar… también está muy original el hecho de que cuando tienes que ir a recoger tu comida en la barra en la caja que pagaste las mesas tienen en la lámpara además del número de mesa, un avisador que te dice que vayas a por la comida a la barra. Nosotros estuvimos sentados en la parte de abajo y tuvimos que dar más de un viaje para recoger la comida subiendo y bajando escaleras con los platos y con el susto o miedo de que se nos pudiera caer algo… platos muy bien cargados, nos sobró comidas y eso que íbamos con hambre… también nos dieron un cacharrito para llevarnos a casa lo que no fuimos capaces de comernos allí. Muy amable la chica de recepción en la que llegas al local y debes apuntarte a una lista y ella cuando hay sitio te avisa para sentarte. Comimos muy bien y las medias raciones eran grandes. Relación precio calidad bastante buena. Y los camareros de la barra en la que se hace el pedido también nos trataron muy bien y fueron muy rápidos al servir. Mereció la pena el viaje de Málaga al Viso del Alcor para probarlo después de haber visto tantos vídeos sobre sus famosos langostinos o gambas al ajillo como figura en su carta. Eso sí te cobran las bolsas de piquitos y el pan aparte que se puede entender como un pago por el supuesto servicio en mesa…

Rafael S.

Bar popular desde hace muchísimos años, se come estupendamente y la atención es buenísima. Todo lo que está en la carta esta espectacular pero las gambas al ajillo son únicas, tienen el sabor de siempre por mucho que pase el tiempo.

Rakel I.

La comida está muy buena y con cantidad abundante. Es autoservicio pero te lo preparan muy rápido. Hay que ir con tiempo porque hay mucha gente esperando, aunque aquello es grande y tiene muchas mesas, por lo que la espera tampoco es muy larga.

Luar T.

Llevábamos tiempo queriendo comer aquí ya que seguimos en redes el local y cada vez que veíamos fotos se nos hacía la boca agua, y no nos ha defraudado. La cazuela de langostinos al ajillo con los langostinos literalmente rebosando de la cazuela, espectacular, con mucho ajito, super sabrosos y tiernos. Y el plato de guarrito (filetitos de cerdo con taquitos de jamón y una cama de patatas fritas caseras con las que no pudimos) también muy bueno. Pero lo que más me ha gustado ha sido el postre, que no estaba en la carta y no recuerdo el nombre, pero es el mejor postre que he cogido en restaurantes en años. Básicamente era un bizcocho con helado de gachas y dulce de leche, mucho dulce de leche. Vaya combinación, delicioso. Sin duda repetiremos para seguir probando platos del que es desde ya mi restaurante favorito de la zona.

Pilar C. L.

Un sitio de toda la vida. Mis padres me contaban que íbamos allí cuando eramos niñas con mis abuelos y que ponían un plato de gambas que se caían de lo que rebosaba. Evidentemente el paso del tiempo hace sus estragos en todos lados y en este sitio la cantidad y la calidad se han visto afectados.

Pedimos las gambas al ajillo, sin duda lo mejor. Bien de cantidad y de sabor espectacular. Hay que pedirlo sí o sí. El pan de pueblo es otra de las cosas de las que presumen, y no es para menos..

En cuanto a lo demás.. Dejó mucho que desear, el frito del pescado estaba pasado y la carne bastante seca. Cabe mencionar que no hacen reservas y que es autoservicio. Mis padres volvieron desilusionados al ver que ya no era como cuando veníamos con los abuelos.. Eso sí, la decoración y el estilo tradicional no se ha perdido!

Arturo A.

Llegando a las 14:45 tuvimos que esperar unos 30min para acceder a una mesa. Todo de bastante buena calidad (sin llegar a lo espectacular). Servicio razonablemente rápido para la cantidad de público que tienen. Eso sí, autoservicio. Y si estás en la planta baja te toca bajar las escaleras con las bebidas y la comida. Mucha limpieza. Raciones abundantes. Precios muy razonables

Miguel L.

Comida sabrosa y abundante, aunque con exceso de sal.
El personal es atento y te atienden con rapidez, pero no te ponen platos y los cubiertos son tenedor y cuchillo; si quieres platos u otros cubiertos los has de pedir.
El ambiente es terriblemente ruidoso.