BODEGA VALDEALTO - Mérida, Badajoz

Sensuum B.

Un lugar mágico y precioso para celebraciones. Será toda una gran experiencia celebrar una boda en este espacio tan singular.

Desde que llegas al lugar, ya te envuelve un ambiente especial.

El personal de este espacio es encantador, educado, correcto y el trato siempre excelente.

El entorno, ya se puede ver en las fotos, con un montón de rincones preciosos y originales, una decoración de 10. Me gustó especialmente la zona chillout realizada con palet.

La luz para bodas de día, espectacular, y para bodas de noche, mágicas.

El servicio de catering cuando estuve, de "Catering Guadalquivir", como siempre muy buen servicio y mejor cocina. Los recomiendo.

Buen y amplio aparcamiento y buen acceso para discapacitados.

No soy de vinos, por lo tanto no puedo opinar sobre el tema, pero todo el que prueba sus caldos termina encantado... por algo será.

Lo recomiendo 100%.

Dr.Rufino G.

Un día por Navidades me regalaron un caja de vinos de la bodega Valdealto. Especialmente, me enamoré del tinto por su sabor suave y personal.
Desde hace años no falta en mi casa y, tenemos amigos que tb lo disfrutan en sus casas al descubrirlo en la nuestra. Tengo ganas de conocer la bodega pero, no encuentro el momento! Por las fotos parece un lugar especial. Enhorabuena!!

Amparo G.

Fantástica bodega con un trato excepcional. Muy buen vino. Catamos los 3 de la foto y me quedo con el dulce.

I ?.

El aparcamiento es amplio no está asfaltado , el patio muy bonito. El salón es diáfano preparado para eventos y refrigerado .Los servicios muy limpios ya que cuando hay eventos tiene una persona constantemente limpiando

Antoñete C. H.

La visita a la bodega fue fantástica. El proceso de elaboración de los vinos está muy bien explicado y la cata de vinos fue excelente.

El edificio es precioso.

Recomendado para hacer visitas en grupos (excursiones) e ideal para eventos, bodas, comidas de empresa, etc.

Recomendable 100% para los amantes de los vinos.

Isabel C.

Sitio perfecto para celebraciones. Nos encantó desde el primer momento tanto la propia bodega como el entorno y nos alegramos muchísimo de haberla escogido para celebrar nuestra boda. Es preciosa y tiene muchos espacios para utilizar. El trato de Laura cercano y muy profesional. Muy recomendable.

Maria J. F.

La bodega es muy bonita, hicimos una visita guiada y nos gustó bastante. Probamos dos tipos de vino, uno blanco y otro tinto y la verdad que geniales. Pudimos comprar las botellas que quisimos. Lo único que no nos gustó fue la espera, tuvimos que esperar al guía unos 20 minutos hasta que llegara, por lo demás todo correcto. Es una bodega pequeña y familiar pero bonita.

Marina J. B.

Estuvimos allí el lunes por la tarde y la verdad, fue un desastre. Éramos un grupo de 11 personas en las que dos de ellas no bebían alcohol, la chica que nos recibió nos dijo que sin problemas, que el vino que ellas no pudieran beber se repartiría entre los demás. Obviamente esto no pasó y no sólo eso, para estas dos personas nos dijo mientras hacíamos la visita que “no sabría si tendría algo de agua”... Increíble.
A lo largo de la visita no nos supo explicar ni tan solo el proceso que se hace para obtener el vino, ni de qué manera se recoge, ni cuál es el proceso, en realidad solo nos dijo dónde podíamos hacernos fotos.
La visita no duró más que un simple paseo, la impresionante masia nos permitió ver bonitos paisajes pero quedó muy lejos de lo que es una visita guiada y cata de vinos.
Por lo que respecta a la cata de vinos, la verdad es que parecía que alguno de nosotros supiéramos más que ella, siendo esta nuestra primera vez. No nos explico los pasos a seguir, las copas las cogimos nosotros mismos, no nos cambió la copa entra los diferentes tipos de vinos (blanco, tinto, Segundo tinto y blanco) por lo que se mezclaron sabores y tampoco nos dejó probar algunos de los vinos “Estrella” de la viña, nos dijo que no sabían desde cuando estaban abiertos y que ella solo los había probado una vez, cuando el coste de estos no supera los 20€, tampoco nos puso más de un dedo por copa con lo que con suerte pudimos mojarnos los labios... Para las dos personas que no bebían alcohol ni siquiera les sirvió un refresco completo, les puso dos dedos de una cocacola de dos litros que no sabía desde cuando estaba abierta (obviamente esta sin gas). Por supuesto, el vino no se repartió y estas personas pagaron lo mismo que las demás, 15€ por cabeza.

La verdad, íbamos con una idea muy diferente de cómo sería la visita por esta viña que a priori tenía tan buena pinta por los comentarios y las vistas, pero nada recomendable.