Bodega El Capricho - Jiménez de Jamuz, León

Paula M. T.

Ayer tuve el placer de ir con mi novio. Fue una experiencia increíble y 100% recomendable!
No teníamos sitio para realizar la visita guiada y en cuanto cancelaron una, nos llamaron para que pudiésemos disfrutarla. Es algo que recomendamos porque es increíble. En este caso, queríamos agradecer a Alfredo que fue quien nos hizo la visita guiada y no le faltó detalle. Nos atendió también en la comida, estuvo siempre atento y nos hizo varias recomendaciones.

Además, nos dio la opción de cambiar algún plato del menú homenaje que quizás no nos gustaba. A esto también añadimos que nos dejó cambiar los brotes que acompañan a la carne, por patatas (las hubiésemos pedido igualmente como extra pero nos propuso esta opción y nos pareció genial).

¡¡Volveremos seguro!!

Ruben G.

Sin duda un templo de la carne, el lugar de referencia en todo el país si quieres comer la mejor carne de buey. Ya fui en varias ocasiones, y para mi gusto la mejor de las tres tipologías es la premium. La cecina es uno de los que no puede faltar, exquisita, y las mollejas, ahora más reducida pero según me dicen los lugareños, iguales que cuando era un lugar más modesto hace más de 20 años.
Cuando están en temporada, unas colmenillas o boletus para acompañar, lo hacen una delicia.
José, una persona siempre atenta y cercana para cualquier cosa que necesites
Sin duda, uno de los que repito siempre que puedo

Luci

Celebración de cumple espectacular😍😍😍😍😍😍😍😍 la visita no habría sido lo mismo sin el acompañamiento de principio a fin de Alfredo, un profesional digno de la tarea que empeña. Esos animalitos tienen una vida digna no solo por las condiciones sino por la calidad humana de personal como él.

La carne puro espectáculo 🤤
Volveré más pronto que tarde. Recomendadísimo para amantes de la carne ,…. Experiencia inolvidable 🥺❤️‍🩹

Jaime E.

Restaurante especializado en carne de buey , la decoración del lugar es muy tradicional dentro de unos calados convertidos en comedor con mesas privadas y un gran comedor al fondo .

El lugar sorprende por por su peculiaridad.

El servicio en la rapidez y el trato fue perfecto ,pero tuvieron algunos detalles que para un restaurante de ese nivel no me pareció ideal , no nos preguntaron el punto de la carne , cuando salió la pieza estaba fría por dentro y no pasaron a preguntar si ese era el punto sirvieron en plato individual y se marcharon entiendo que éramos la última mesa y tenían prisa .

La carta de vinos es extensa con mucha variedad de vinos añadas antiguas y vinos internacionales,para disfrutar .

En cuanto a la comida todo estaba exquisito,pero nos llevamos una decepción con la chuleta la selección especial del chef madurar 120 días .

Pero la ejecución en la elaboración no fue perfecta , por dentro la chuleta estaba fría ,muy poco echa , si comías la grasa se notaba en exceso el sabor de la curación , no muy agradable .
Creo que la brasa no estaba muy fuerte y se notó .

Creo que seguramente es un restaurante recomendable y espectacular pero la opinión de los cuatro fue la misma ,no estaba perfecto y en un sitio de este nivel , no debería tener este tipo de fallos .

Darío S. J.

Tuve la oportunidad de comer en este restaurante y la experiencia fue simplemente espectacular. Desde el primer momento, la atención del personal fue impecable, siempre atentos y amables. El chuletón de buey madurado fue, sin duda, la mejor carne que he probado en mi vida: jugoso, tierno y lleno de sabor. El resto del menú estuvo a la altura, con platos cuidados al detalle y llenos de autenticidad. Además, el restaurante ofrece vinos de elaboración propia, que combinan perfectamente con su propuesta gastronómica y son una auténtica joya. Recomiendo muchísimo tanto el menú como sus vinos; una experiencia que sin duda repetiré.

Jorge J.

Hicimos la visita y esta bien ,precio 20€ persona incluye un chupito de vino y dos rodajas de Chorizo.
El restaurante está totalmente sobrevalorado, no están a la altura ni la carne ni los platos , se salva la cecina de buey (buena y cara) .
El precio por persona con la visita unos 200€

Fabien Y.

Una experiencia increíble, recomiendo a todos hacer el tour de las granjas que ofrecen, para entender mejor sobre la historia del lugar y el producto que ofrecen. Un 10 todo, la granja, el personal, la carne, 100% recomendable. Quiero dar las gracias en especial a Alfredo, fue con quien hicimos el tour, explicaba todo detalladamente y respondía a todas las preguntas de manera muy simpática, también a Marco y Vanesa que fueron los camareros que me atendieron, increíblemente atentos y profesionales, el resto de equipo tambien de 10!

laura G. R.

Luces y sombras. Llegamos con unas expectativas altas, nerviosos incluso, años escuchando sobre ellos y la calidad de la carne. Nos fuimos muy contentos y con ganas de repetir, aún así tenemos un pero. Nos encantó, desde que llegas hasta que te vas, cuidan el mínimo detalle y prestan bastante atención durante todo el proceso.
Los entrantes que probamos, a excepción de las croquetas, increíbles. No te preguntan el orden de platos de los entrantes, tampoco nosotros lo pedimos, y nos hubiese gustado comer las croquetas de primero y quizás la cecina de último. Pedimos como plato principal la chuleta de buey selección José Gordón, calculan muy bien la cantidad y te enseñan primero la pieza. Personalmente el sabor de la carne, bastante suave y la temperatura muy justa, si tardabas en comer se quedaba fría.
Que expongamos pros y contras no quiere decir que no nos gustase, simplemente queremos expresar lo que sentimos y si podemos, ayudar a futuros comensales del restaurante. Nosotros volveremos pero pediremos otro tipo de carne, y varios entrantes asegurados. La cecina merece especial mención, la mejor que hemos probado con diferencia. Tomamos dos postres, la torta de pasta quebrada de manteca un 20 de 10, sin palabras, nos habríamos comido dos. Refrescante, para finalizar una comida de 3 horas.
Tienen una carta con más de 1.000 referencias de vinos, que te dejan leer en una tablet, que incluye una breve explicación sobre la procedencia en función del tipo de uva.
La organización es perfecta, se nota que el jefe de sala tiene mucha experiencia y que hay muy buen ambiente entre los trabajadores. Son rápidos y educados, siempre tienen una sonrisa que ofrecerte.
Respecto al ambiente, la luz la puedes regular tú mismo, no se siente cargado a pesar de estar lleno, nos sentaron en uno de los apartados de la cueva que te brinda algo de intimidad (no mucha por que es un pasillo todo a lo largo y nos sentaron en la primera mesa al entrar) y la temperatura es la óptima para disfrutar de la comida.
Reservamos con una semana de antelación para comer un lunes, había sitio para el mediodía a la hora que queríamos pero no para realizar la visita guiada que quedaba a las 11:00, no a las 12:30 como nos hubiese gustado; ya que viajamos expresamente para comer allí. La próxima vez reservaremos con más antelación.
El comedor de abajo no está adaptado para sillas de ruedas, pero tienen fuera una zona de “terraza cubierta” donde se puede comer, desconozco si tienen un servicio disponible en esa zona, adaptado.
La zona de aparcamiento está a unos metros del local, en la que aparcas en una zona sin asfaltar y llena de barro, al igual que el camino hasta el restaurante. Aún así es de fácil acceso.