Restaurante La Cueva del Chato - Canillas de Río Tuerto, La Rioja

manu K.

Hemos ido 3 parejas, en un pueblito de 50 habitantes, difícil de encontrar si no es por el GPS, a este restaurante familiar, que nos han aconsejado. Nada más llegar nos ha recibido con su gracia y salero, Maribel, camarera, anfitriona y reina del cotarro. Hemos mirado la carta, y ella rápidamente nos ha aconsejado: Virutas de paté micuit con pera y manzana; delicioso . Luego pulpo a la brasa con patatas, exquisito. De segundo, hemos pedido todos chuletillas de cordero, buenísimas. Como colofón, los postres; el mouse de yogur con mermeladas caseras buenísimo, el hojaldre con chocolate también y el valenciano, equilibrado y gustoso.
Todo riquísimo, y sobre todo el saber estar de Maribel, que convierte la velada en un rato jovial y divertido
De regalo, nos han hecho una visita guiada por la cueva, donde se hacia el vino 🍷, con sus artilugios y recuerdos.
Gracias a esta pareja entrañable, divertida y amable. Sin florituras ni tonterías
Para repetir

Teo D.

Llevaba tiempo queriendo ir por lo bien que me habían hablado de este restaurante. La comida exquisita, el trato inigualable y un precio totalmente acorde con la experiencia.
Ante una carta tan variada, me dejé aconsejar por la dueña y fue todo un acierto.
De entremeses, virutas de paté con una base de patata, manzana y pera acompañado de ensalada. Pulpo a la gallega o afeira, estaba buenísimo. De plato principal, pierna de cordero rellena con boletus y trufa, es para dos personas mínimo, comimos tres y quedamos muy satisfechos. Lo recomiendo sin dudar. De postre probamos las dos clases de tarta de queso, una con base de galleta tostada (la montan en el momento por si hay celíacos) y otra templada, las dos acompañadas de mermeladas caseras de frambuesa, fresa y cereza. El tiramisú muy bueno igual que el milhojas con nata y crema. De beber una botella de Muga, crianza del 2020.
Fue todo un acierto la elección.
Mención especial para la dueña por su amabilidad, simpatía y competencia.

josean R.

Todo buenísimo, la atención de 10.
Espero volver a repetir.
Buen sitio para celebrar nuestro 31 aniversario.

alberto F.

Ya son años visitándolo y siempre muy, muy, muy bien. La comida, la atención, el ambiente... todo de 10. Mi hija se pasa todo el año preguntando cuándo vamos a ir a comer solomillo. Un vicio.

Esperando volver pronto.

Paula I. R.

Simplemente una atención y una comida espectacular.
Súper atentos en todo. Lo principal siempre ha sido que estuviésemos cómodos, desde los adultos hasta el nene que venía con nosotros.

Rouss A.

Fuimos por recomendación de unos amigos y fue todo un acierto. El sitio acogedor con decoración rústica. El trato muy cercano. La camarera detallista a más no poder y nos recomendó muy bien para poder elegir porque las raciones son muy generosas. La comida casera y todo súper rico. Celebrábamos el cumpleaños de mi hija y la camarera (propietaria) tuvo un bonito detalle.
Muy recomendable.

Isa M.

Para repetir! Un trato maravilloso por parte del personal, recomendaciones respecto a los platos totalmente acertadas. No sabría con que quedarme.... el pulpo a la brasa espectacular, paletilla rellena de boletus una mezcla muy rica, lubina con guarnición de 10 y chuleton carne sabrosa y tierna, con brasa para poder terminar tu el punto. Postres para todos los gustos.

Anand E.

Agradable restaurante cuya especialidad, la paletilla de cordero rellena de trufa, es por encargo y para dos personas y se sirve solo al mediodía. Cenamos muy bien y la camarera era súper atenta, recomendando el vino de la casa y avisando si pedíamos de más. Comenzamos por un plato de jamón ibérico, muy rico. Deliciosos los espárragos rellenos de boletus, langostinos y trufa, uno de los platos más ricos que he comido nunca. De segundo tomamos el solomillo con foie, que estaba exquisito, poco hecho pero calentito (en muchos sitios cuando lo pides poco hecho está frío por dentro) y de postre el milhojas de la foto, maravilloso.