Restaurante Mannix - Campaspero, Valladolid

El restaurante Mannix, ubicado en la calle Felipe II número 26, en Campaspero, Valladolid, España, es un establecimiento que ofrece una experiencia culinaria excepcional. Con un teléfono de contacto 983698018 y una página web restaurantemannix.com, este restaurante se destaca por sus especialidades en asador de cordero y cocina española.

Entre los datos de interés, el restaurante Mannix ofrece consumo en el lugar, entrega a domicilio, buen café y deliciosos postres. Además, cuenta con una muy buena selección de vinos, y atiende a sus clientes para almuerozo, cena y cena en solitario. El establecimiento también se esfuerza en garantizar la accesibilidad para personas en silla de ruedas, con sanitarios, bucle magnético de asistencia, entrada y espacio accesibles, así como estacionamiento accesible.

El restaurante Mannix ofrece una amplia variedad de bebidas, incluyendo alcohol, aperitivos, bebidas fuertes, café, cerveza, cócteles, platos saludables y vinos. También sirve desayuno-almuerzo, almuerzo, cena y postres en un ambiente agradable, informal y relajado. Es ideal para grupos y turistas, por lo que se recomienda hacer una reserva para el brunch, el almuerzo y la cena. El restaurante acepta reservas y ofrece pagos móviles mediante NFC, así como tarjetas de crédito y débito.

El establecimiento cuenta con estacionamiento gratuito en la calle y estacionamiento propio, lo que facilita la accesibilidad. Con una gran cantidad de valoraciones en Google My Business, el restaurante Mannix tiene una media de opinión de 4.5/5. Esto demuestra el compromiso del establecimiento con la calidad de su servicio y su comida.

👍 Opiniones de Restaurante Mannix

Pablo V.

2/5

Gran decepción.
Después de un largo trayecto para llegar a Campaspero y con la ilusión de probar el que dicen que es uno de los mejores asadores de cordero lechal...llegó la que a veces es la cruda realidad, restaurantes que mueren de fama o más bien que no saben gestionar el éxito.
Mi queja se basa fundamentalmente en el mal servicio dado. El primer fallo fue nada más pedir el vino, un vino medio-alto el cual fue descorchado y dejado encima de la mesa sin ofrecer al comensal y sin servir la primera copa. MAL.
Seguimos con los entrantes, cecina mal cortada y muy poca cantidad, cinco lonchas pequeñas 15 euros, también pedimos croquetas de jamón y nos las traen de queso con jalapeños, se lo decimos al camarero y la única solución es ofrecernos otras, le decimos que una de jamón para poder probarlas y cual es la sorpresa...que las cobran todas.
Continuamos con el principal, nos traen las patatas fritas y a los 15 minutos, después de pedirlo, el cordero lechal, por supuesto trasero y partido, sin ofrecer al comensal el producto entero, como debería ser en un asador de primer nivel.
Pero aún quedaba el momento de los postres y el café, lo pedimos tres veces y a la cuarta cuando nos volvieron a ofrecer café, ya no lo quisimos.
Mostramos nuestro malestar al camarero y pedimos la cuenta, el dueño vino a cobrar, pero no se dirigió a nosotros en ningún momento, no le interesaba.
En definitiva, la calidad del género es buena, el local es bonito pero la calidad del servicio deja mucho que desear.
No volvería.

Ana R.

5/5

Un sitio genial para comer.
Hemos pedido croquetas, torreznos, mollejas, patatas, ensalada y lechazo. Buen vino y unos postres muy ricos.
Toda la comida muy muy buena y el lechazo espectacular!
Volveremos!!

Javier D. L. T. T.

5/5

Experiencia excepcional en este asador especializado en lechazo. Aunque inicialmente hubo un problema con nuestra reserva, que no aparecía registrada, el personal lo solucionó rápidamente y nos consiguieron una mesa sin ningún inconveniente. El trato fue cercano y muy agradable.
La carta es sencilla y bien enfocada, ideal para quienes buscan disfrutar del auténtico lechazo, que es la estrella indiscutible del lugar. No recuerdo tomar uno así de rico. Además, la carta de vinos es impresionante, con opciones para todos los gustos.
50-60€ por persona, incluyendo café y postre. El único aspecto negativo fue la falta de puerros y patatas, que se habían agotado por lo que tendremos que volver a probarlos. ^^

Iñaki G.

5/5

El lechazo es, sin duda, la estrella del restaurante. Se sirve en su punto perfecto de cocción, con una piel crujiente y una carne tierna y jugosa que se deshace en la boca. El sabor es intenso y auténtico, un verdadero homenaje a la tradición castellana.
La cecina de wagyu es una grata sorpresa. Su sabor es intenso y complejo, con notas ahumadas y un toque dulce.
Los postres son muy elaborados y deliciosos.
La carta de vinos es extensa y variada, como maridaje elegimos VIÑA PEDROSA de bodegas hnos Pérez-Pascuas, todo un acierto.

HILA

4/5

El cordero exquisito, los postres espectaculares en sabor pero en precio caros (10€). Muy buen trato, las racciones ricas, pero caras y escasas. Los salones muy grandes lo que no lo hace muy acogedor. En resumen para comer un buen asado recomendable, si te sales de ahí ya no es tan recomendable. Los camareros muy profesionales y rápidos a pesar de estar lleno. El típico sitio donde se come muy bien pero con tanta fama se han ido encareciendo con el paso del tiempo.

Rebeca M.

4/5

Comida muy muy rica, la ensaladilla rusa es la mejor que haya probado. Pero no pongo las 5 estrellas porque me pareció carísimo. Los postres son 10€, el café 2,20, el pan 1,80, ración de patatas o de ensalada de acompañamiento 8€… pero sabiendo eso, recomendable

Isabel P. O.

5/5

Fuimos recomendados, no teniamos intención de comer el lechazo y nos lo aconsejaron alli, la mejor elección sin duda, es el mejor sitio donde comí lechazo asado al horno de leña, muy buen sitio tambien para los amantes del vino, tienen muchísimos donde elegir y muy buenos. La atención, tanto por parte de los dueños, como de sus empledos exquisita. Tienen postres muy buenos, cuesta decidirse, repetiremos sin duda y sobre todo lo recomendaremos a nuestros conocidos

Luis S. F.

5/5

Gran trato y comida buenísima.
Una gran experiencia gastronómica en un restaurante con ambiente familiar.
Sin lugar a dudas La Capilla Sistina del lechazo.
Volveremos seguro.